Cerca de un bosque había un castillo
Donde la princesa Amanda vivía.
Ella jugaba y saltaba por los pasillos,
Y por todas las veredas a diario corría.
Un día, afuera, salió a explorar
El lago y el bosque quería ver
Y tan contenta debió de estar
Que, si darse cuenta, se llegó a perder.
La noche ya se acercaba
Y la princesa ahora temía
Que, en el bosque nadie la encontrara.
Cuando escucho un ruido. ¡Algo venía!
Trató de entre las sombras ver,
Pero los árboles se lo impedían.
Algo grande debía ser.
Pues a su paso las ramas partía.
Amanda vio a un gran León salir
Y del susto quiso correr,
cuando escuchó al león decir:
"mi niña, no me tienes que temer."
"He venido a buscarte aquí,
Pues regresar al castillo debemos,
Tu madre, preocupada, te espera allí.
Sube a mi espalda, mi niña, y nos iremos."
El lomo del León Amanda montó
Y este comenzó, muy rápido, a correr,
Y no fue hasta el castillo poder ver,
Que el León ahora despacio caminó.
Al salón entró el León con arraigo
Y a la reina se acerco lentamente
"Mi querida reina, a la niña traigo"
Dijo el león, a todos, fuertemente.
"Señor León mil gracias te voy a dar
Por, a nuestra hija, haber encontrado.
Y Amanda, cuantas veces hemos hablado,
De que no puedes salir sin a nosotros avisar"
Del lomo del León, Amanda descendió,
Y a los brazos de su madre corrió llorando.
"No volveré a hacerlo." prometió,
Y abrazó a su madre sollozando.
Después, al León, Amanda se acercó,
Lo abrazó por su melena dorada
Y aún por el llanto afectada
"Gracias" al oído, le suspiró.
"Mi niña" le dijó el León de forma apacible,
"Se siempre alerta y cuidadosa en la vida,
Y te prometo que en cuanto me sea posible,
te trataré de mantener protegida."
Cuando llegó el momento de partir
Por la gran puerta El León salió,
Y ni un minuto pudo transcurrir
cuando por la misma puerta el rey entró.
"¡Papá, ¿viste al León saliendo!?"
Le preguntó Amanda muy emocionada
"¡Un león aquí!" exclamó el rey, a la reina sonriendo,
"mi niña, cuéntamelo todo que no he visto nada."
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